Mientras camina por la habitación, el hombre le sigue con la mirada horrorizado y dice:
-¿No estarás pensando en...?
-Si- Le corta el joven -Exactamente. Ellos podrían ayudarme a salvarlos.
El hombre, inmóvil sigue mirando al joven, que le devuelve la mirada con tristeza en los ojos al recordar a sus padres. La joven se queda mirando la escena con indiferencia, sonríe por lo que acaba de escuchar y dice:
-Así que piensas que contratando los “servicios” de los kranium conseguirás salvar a tus padres.
Todos se quedan inmóviles y la joven continua:
-¿No has pensado por un momento que te pedirán algo a cambio?
-Aunque me cueste decirlo, ella tiene razón. No se conformarán con un simple “gracias”. Volverán y te pedirán cualquier cosa. Puede que aunque salves a tus padres te condenes tú...
-Me da igual- Dijo el joven apartándose de la luz, intentando alejarse lo más posible del hombre.
-No puedo dejarles allí. Me da igual lo que me pase a mi, solo quiero salvarlos.
De sus ojos, comienzan a brotar lágrimas que se le deslizan por la mejilla hasta caer de su cara al suelo.
-Yo los condene y yo los salvaré.- Dijo intentando disimular todo lo posible el dolor que sentía.
-Para mi seria un alivio saber que por fin están libres... Por eso te invite, necesitaba de tu ayuda.- Dijo mirando fijamente a la joven, quien le devuelve la mirada, inmóvil y sin decir una palabra mientras el hombre cambia la mirada entre ambos sin saber muy bien que decir.
Finalmente, la joven dice:
-Y en el hipotético caso de que aceptase ayudarte ¿Como lo harías?
El joven sonríe y dice:
-Tú eres una viajera ¿no? Acabas de llegar a este mundo
-Eso no tiene nada que ver. No es tan fácil viajar y mucho menos donde tienen a tus padres retenidos.
-¿No estarás pensando en...?
-Si- Le corta el joven -Exactamente. Ellos podrían ayudarme a salvarlos.
El hombre, inmóvil sigue mirando al joven, que le devuelve la mirada con tristeza en los ojos al recordar a sus padres. La joven se queda mirando la escena con indiferencia, sonríe por lo que acaba de escuchar y dice:
-Así que piensas que contratando los “servicios” de los kranium conseguirás salvar a tus padres.
Todos se quedan inmóviles y la joven continua:
-¿No has pensado por un momento que te pedirán algo a cambio?
-Aunque me cueste decirlo, ella tiene razón. No se conformarán con un simple “gracias”. Volverán y te pedirán cualquier cosa. Puede que aunque salves a tus padres te condenes tú...
-Me da igual- Dijo el joven apartándose de la luz, intentando alejarse lo más posible del hombre.
-No puedo dejarles allí. Me da igual lo que me pase a mi, solo quiero salvarlos.
De sus ojos, comienzan a brotar lágrimas que se le deslizan por la mejilla hasta caer de su cara al suelo.
-Yo los condene y yo los salvaré.- Dijo intentando disimular todo lo posible el dolor que sentía.
-Para mi seria un alivio saber que por fin están libres... Por eso te invite, necesitaba de tu ayuda.- Dijo mirando fijamente a la joven, quien le devuelve la mirada, inmóvil y sin decir una palabra mientras el hombre cambia la mirada entre ambos sin saber muy bien que decir.
Finalmente, la joven dice:
-Y en el hipotético caso de que aceptase ayudarte ¿Como lo harías?
El joven sonríe y dice:
-Tú eres una viajera ¿no? Acabas de llegar a este mundo
-Eso no tiene nada que ver. No es tan fácil viajar y mucho menos donde tienen a tus padres retenidos.
-Tú podrías llegar, leí sobre ti, se que eres una de las mejores y que...
-No se que habrás leído sobre mi, pero en cualquier caso, eso fue hace mucho tiempo.- Interrumpe la joven. -Ya no tengo tanta facilidad para poder viajar. A sido una suerte que haya llegado aquí y mira como lo he acabado. Atada a una silla y en el cuerpo de una mujer inconsciente.
El joven se queda pensando en la oscuridad. Da un par de pasos para ponerse enfrente de la joven, se agacha para acercarse a ella y le susurra:
-¿Podrías enseñarme?
La joven sonríe y empieza a reír. El joven da un paso hacia atrás, sin quitar la vista de encima.
-¿Enseñarte? Que te enseñe él.- Dice señalando al hombre. -No es tan fácil aprender a viajar, se necesitan años de práctica y sobretodo, haber nacido con ese privilegio. No puede aprenderlo cualquiera.
-¿Y si he nacido con ese don? No lo sabemos, podría tenerlo durmiendo en mi interior, esperando despertar.
-Eso es lo que piensa medio mundo, pero solo un 10% de la población lo tiene. Si crees que por quererlo profundamente lo vas a conseguir, estas listo.
-Bueno, entonces puedes llevarme hasta allí.
-¿Tú escuchas cuando te hablan? Te repito que ya no tengo tanta facilidad para viajar y mucho menos donde...
-No se que habrás leído sobre mi, pero en cualquier caso, eso fue hace mucho tiempo.- Interrumpe la joven. -Ya no tengo tanta facilidad para poder viajar. A sido una suerte que haya llegado aquí y mira como lo he acabado. Atada a una silla y en el cuerpo de una mujer inconsciente.
El joven se queda pensando en la oscuridad. Da un par de pasos para ponerse enfrente de la joven, se agacha para acercarse a ella y le susurra:
-¿Podrías enseñarme?
La joven sonríe y empieza a reír. El joven da un paso hacia atrás, sin quitar la vista de encima.
-¿Enseñarte? Que te enseñe él.- Dice señalando al hombre. -No es tan fácil aprender a viajar, se necesitan años de práctica y sobretodo, haber nacido con ese privilegio. No puede aprenderlo cualquiera.
-¿Y si he nacido con ese don? No lo sabemos, podría tenerlo durmiendo en mi interior, esperando despertar.
-Eso es lo que piensa medio mundo, pero solo un 10% de la población lo tiene. Si crees que por quererlo profundamente lo vas a conseguir, estas listo.
-Bueno, entonces puedes llevarme hasta allí.
-¿Tú escuchas cuando te hablan? Te repito que ya no tengo tanta facilidad para viajar y mucho menos donde...
-Pero yo confió en ti.- Interrumpe el joven.
Al escuchar estas palabras la joven queda aún más inmóvil, y tras unos segundos dice:
-Lo siento hijo. Yo no puedo ayudarte. Buscate otro.
Tras decir esto, el cuerpo cae inconsciente, el joven se abalanza sobre el cuerpo inmóvil, lo coge por los brazos y empieza a zarandear gritando:
-¡No! ¡No te vayas! ¡Ayudame por favor!- Mientras vuelven a brotar lágrimas de sus ojos.
El hombre le coge del hombre y de un rápido movimiento el joven se lo quita de encima. Con la cabeza gacha, se pone en pie y dice:
-Si ella no quiere ayudarme, tendré que pagar el precio para convertirse en un viajero.
Al escuchar estas palabras la joven queda aún más inmóvil, y tras unos segundos dice:
-Lo siento hijo. Yo no puedo ayudarte. Buscate otro.
Tras decir esto, el cuerpo cae inconsciente, el joven se abalanza sobre el cuerpo inmóvil, lo coge por los brazos y empieza a zarandear gritando:
-¡No! ¡No te vayas! ¡Ayudame por favor!- Mientras vuelven a brotar lágrimas de sus ojos.
El hombre le coge del hombre y de un rápido movimiento el joven se lo quita de encima. Con la cabeza gacha, se pone en pie y dice:
-Si ella no quiere ayudarme, tendré que pagar el precio para convertirse en un viajero.
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