Poco más de un año ha servido para
que la maldición vuelva a ser recordada. Otro llanto que no he
podido evitar.
Ahora la casa se queda sola. Si no pude
acostumbrarme a ver un sofá vació ¿Como lo voy hacer ahora con la
casa vaciá?
Ya no estáis para invitarnos,
aconsejarnos o hacernos reír cuando nos reunamos, ya que aunque
siempre hacíamos las mismas bromas, nosotros nos lo pasábamos
genial.
Ahora solo nos queda vuestro recuerdo,
y aunque mientras no os olvidemos, no moriréis completamente, nos
faltáis a nuestro lado.
Pero siempre hay que mirar el lado
bueno, aunque ha sido poco tiempo, por fin volvéis a estar juntos,
mirando, ayudando y esperándonos. Y aunque me entristece vuestra
perdida, ahora se nada ni nadie podrá separaros nunca más.
Sabéis que os quiero y que nunca os
olvidare.
Adiós abuela.
Descansa en paz.
DEP
ResponderEliminar