viernes, 27 de abril de 2012

¿Protección?

Esta aquí, después de meses sin saber nada, ha vuelto enfurecido. Ya no se limita a “vigilarme”, ahora golpea con fuerza mi cama cuando duermo. Intento preguntarle, pero el miedo me paraliza y no soy capaz de moverme ni articular palabra. Ha llegado incluso a hablarme, con una voz dulce y melodiosa, casi tranquilizadora, pero un segundo después, todo cambio. Introdujo en mi mente unas imágenes indescriptibles, las cuales, a cualquiera que intento explicarle, me miran extrañados y se ríen. Tiempo después, ya más tranquilo, volvió a la habitación y me despertó con un toque en la espalda. Para tranquilizarme, pensé que seria la sabanas o la ropa, que al moverme, me había dado la sensación de que me tocaban, pero yo sabia que un simple movimiento de la ropa no podía arrancarme de un sueño como lo hizo. Segundos después, mis peores temores se hacían realidad y un segundo toque en la espalda hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo. Ahora, y todas las noches, al poco de acostarme, le da un golpecito a la bombilla que tengo a escasos centímetros de mi cabeza, indicándome que esta ahí, vigilando, esperando...

domingo, 15 de abril de 2012

William Spencer