jueves, 28 de febrero de 2013

Capítulo 1 - Parte 5


-¿Pagar el precio? ¿Estas loco? ¿Sabes lo que te harán? ¿Lo deberás pagar? No se conformarán con un simple puñados de monedas. Te sacaran los ojos, te pondrán los suyos y cuando no puedas ver, te robaran el alma.- Dijo el camarero.
El joven observó el temor con que hablaba y no pudo contener su propio miedo, imaginando cada palabra que le había dicho. Pero aún así, desechó esos pensamientos y, apretando el puño, empezaba a pensar como liberaría a sus padres con su nuevo poder, costase lo que costase.
Se giro decidido hacia el camarero y con la voz más calmada que pudo poner dijo:
-Me da igual. Sacaré del mismo infierno a mis padres. Y si por ello tengo que entrar yo, por mi perfecto.
El hombre con la cara desencajada por lo que había escuchado, no pudo articular palabra y el silencio se apoderó de la habitación. Hasta que el joven se giró hacia la chica y dijo:
-Vigila que no se mueva. Puede serme útil. Con un poco de suerte, no seré yo quien vaya al infierno después de todo.
Nada más terminar, y sin esperar respuesta, salió andando, abrió la puerta y desapareció en la noche.
El hombre, sin poder moverse, se quedó atónito unos minutos. Intentando asimilar y organizar en su cabeza todo lo que había pasado y había escuchado en lo que llevaba de noche.

Pasaron las horas y el joven seguía sin volver. El hombre, aunque preocupado, empezaba a dar pequeñas cabezadas. Hasta que no pudo más y cayó dormido.
Poco después, la chica empezó a volver en si. Levanta la cabeza torpemente e intenta ver que hay a su alrededor, pero tiene los ojos llorosos y no consigue ver más que borrones en la oscuridad.
No es hasta pasados unos minutos cuando por fin tiene los ojos limpios y puede ver.
Distingue al hombre dormido en una silla, pero no consigue encontrar al joven. Al girarse, nota que aun sigue atada. Comienza a mover las manos, intentando sacarlas de sus ataduras. No consigue nada, están fuertemente apretadas y desiste rápidamente. Vuelve a escudriñar la oscura habitación en busca de algo que le ayude a quitarse las cuerdas, pero no ve nada. Cuando esta a punto de tirar la toalla, ve un reflejo proveniente de la mesa. Se estira y cerrando un poco los ojos consigue distinguir el cuchillo con el que tiempo atrás había sido torturada.
-Perfecto, con el cuchillo podré cortar las cuerdas y salir de aquí. Pero ¿Como lo hago sin que se de cuenta? No puedo ir arrastrándome, haría demasiado ruido. Mucho menos tirarme al suelo e ir reptando. Mierda... Piensa, piensa, piensa... ¡Ya se! Iré andando poco a poco, tardaré mucho, pero será más seguro.
La chica se quita lentamente los zapatos, e intentando hacer el mínimo ruido posible, los va apartando poco a poco de su recorrido.
Comienza a balancearse, consigue ponerse de puntillas y en equilibrio con la silla, comienza a caminar poco a poco. Cada pocos pasos se para a descansar y observar si su secuestrador sigue dormido.
Al descansar esta vez, no consigue equilibrarse bien y cae la silla haciendo un gran ruido. La chica mira instantáneamente al hombre quien al empezar moverse, la chica deja caer su cuerpo, como si siguiese inconsciente. Pero tras unos segundos en los que ni siquiera respiraba, levanta poco a poco la cabeza y observa aliviada que el hombre simplemente, había cambiado de postura y no se había dado cuenta de la distancia que la separaba de la joven.
Sigue caminando hasta llegar al cuchillo. Lo coge con las puntas de los dedos, rezando por que no se le cayera al suelo. Empieza a cortar las cuerdas sin perder de vista al hombre, aún dormido. Al liberarse, corre por la habitación, buscando su bolso. Al final lo encuentra en una esquina, tirado de mala manera. Posiblemente lo tirarían según llegaron a aquella habitación. Comienza a buscar en él, hasta que da con su móvil, con cobertura para su sorpresa. Entra en la agenda y comienza a llamar.
-Vamos, vamos... cógelo maldita sea...
-¿Si?
-¿Rubén? Tienes que ayudarme, me tienen secuestrada en...- Pero antes de que pueda continuar, el hombre lanza el móvil por los aires de un golpe, destrozándolo contra una pared.
-Con que haciendo una llamada eh- Dijo con el cuchillo en la mano -¿Y a quien llamabas?

jueves, 21 de febrero de 2013

Por fin juntos


Poco más de un año ha servido para que la maldición vuelva a ser recordada. Otro llanto que no he podido evitar.
Ahora la casa se queda sola. Si no pude acostumbrarme a ver un sofá vació ¿Como lo voy hacer ahora con la casa vaciá?
Ya no estáis para invitarnos, aconsejarnos o hacernos reír cuando nos reunamos, ya que aunque siempre hacíamos las mismas bromas, nosotros nos lo pasábamos genial.
Ahora solo nos queda vuestro recuerdo, y aunque mientras no os olvidemos, no moriréis completamente, nos faltáis a nuestro lado.

Pero siempre hay que mirar el lado bueno, aunque ha sido poco tiempo, por fin volvéis a estar juntos, mirando, ayudando y esperándonos. Y aunque me entristece vuestra perdida, ahora se nada ni nadie podrá separaros nunca más.
Sabéis que os quiero y que nunca os olvidare.
Adiós abuela.
Descansa en paz.

viernes, 8 de febrero de 2013

Capítulo 1 - Parte 4

Mientras camina por la habitación, el hombre le sigue con la mirada horrorizado y dice:
-¿No estarás pensando en...?
-Si- Le corta el joven -Exactamente. Ellos podrían ayudarme a salvarlos.
El hombre, inmóvil sigue mirando al joven, que le devuelve la mirada con tristeza en los ojos al recordar a sus padres. La joven se queda mirando la escena con indiferencia, sonríe por lo que acaba de escuchar y dice:
-Así que piensas que contratando los “servicios” de los kranium conseguirás salvar a tus padres.
Todos se quedan inmóviles y la joven continua:
-¿No has pensado por un momento que te pedirán algo a cambio?
-Aunque me cueste decirlo, ella tiene razón. No se conformarán con un simple “gracias”. Volverán y te pedirán cualquier cosa. Puede que aunque salves a tus padres te condenes tú...
-Me da igual- Dijo el joven apartándose de la luz, intentando alejarse lo más posible del hombre.
-No puedo dejarles allí. Me da igual lo que me pase a mi, solo quiero salvarlos.
De sus ojos, comienzan a brotar lágrimas que se le deslizan por la mejilla hasta caer de su cara al suelo.
-Yo los condene y yo los salvaré.- Dijo intentando disimular todo lo posible el dolor que sentía.
-Para mi seria un alivio saber que por fin están libres... Por eso te invite, necesitaba de tu ayuda.- Dijo mirando fijamente a la joven, quien le devuelve la mirada, inmóvil y sin decir una palabra mientras el hombre cambia la mirada entre ambos sin saber muy bien que decir.
Finalmente, la joven dice:
-Y en el hipotético caso de que aceptase ayudarte ¿Como lo harías?
El joven sonríe y dice:
-Tú eres una viajera ¿no? Acabas de llegar a este mundo
-Eso no tiene nada que ver. No es tan fácil viajar y mucho menos donde tienen a tus padres retenidos.
-Tú podrías llegar, leí sobre ti, se que eres una de las mejores y que...
-No se que habrás leído sobre mi, pero en cualquier caso, eso fue hace mucho tiempo.- Interrumpe la joven. -Ya no tengo tanta facilidad para poder viajar. A sido una suerte que haya llegado aquí y mira como lo he acabado. Atada a una silla y en el cuerpo de una mujer inconsciente.
El joven se queda pensando en la oscuridad. Da un par de pasos para ponerse enfrente de la joven, se agacha para acercarse a ella y le susurra:
-¿Podrías enseñarme?
La joven sonríe y empieza a reír. El joven da un paso hacia atrás, sin quitar la vista de encima.
-¿Enseñarte? Que te enseñe él.- Dice señalando al hombre. -No es tan fácil aprender a viajar, se necesitan años de práctica y sobretodo, haber nacido con ese privilegio. No puede aprenderlo cualquiera.
-¿Y si he nacido con ese don? No lo sabemos, podría tenerlo durmiendo en mi interior, esperando despertar.
-Eso es lo que piensa medio mundo, pero solo un 10% de la población lo tiene. Si crees que por quererlo profundamente lo vas a conseguir, estas listo.
-Bueno, entonces puedes llevarme hasta allí.
-¿Tú escuchas cuando te hablan? Te repito que ya no tengo tanta facilidad para viajar y mucho menos donde...

-Pero yo confió en ti.- Interrumpe el joven.
Al escuchar estas palabras la joven queda aún más inmóvil, y tras unos segundos dice:
-Lo siento hijo. Yo no puedo ayudarte. Buscate otro.
Tras decir esto, el cuerpo cae inconsciente, el joven se abalanza sobre el cuerpo inmóvil, lo coge por los brazos y empieza a zarandear gritando:
-¡No! ¡No te vayas! ¡Ayudame por favor!- Mientras vuelven a brotar lágrimas de sus ojos.
El hombre le coge del hombre y de un rápido movimiento el joven se lo quita de encima. Con la cabeza gacha, se pone en pie y dice:
-Si ella no quiere ayudarme, tendré que pagar el precio para convertirse en un viajero.

viernes, 1 de febrero de 2013

Capítulo 1 - Parte 3

-Ella no sabe nada.- Dijo una voz mientras la chica recuperaba la consciencia.
-Te ha visto, ya sabes lo que eso significa.
-Pero si...-
-Pero nada. Pasara por lo que pasaron todas.- Interrumpió una voz grave.
-Y otra cosa...- La chica abre un poco los ojos e intenta moverse, pero al ver que esta atada de pies y manos empieza a revolverse y ponerse nerviosa.
Una figura recorre la habitación y ella le pide ayuda, pero al ver al camarero que la había timado, todas sus esperanzas se desvanecieron.
-¿Qué quieres de mí?
-Nada. Solo que respondas a unas preguntas. Solo eso.
-¿Responder a unas preguntas? ¿Y si las respondo me podre ir?
-Bueno, eso depende de lo que respondas.- Dijo con una sonrisa macabra. La chica se le queda mirando, hasta que ve otra figura acercarse, y al ver que era el joven camarero le dice:
-¿Qué esta pasando? ¿Por qué me tenéis atada? ¿Donde estamos?
-Tranquila, tranquila. Recibirás todas las respuestas a su debido tiempo.- Dijo mientras se acercaba a la chica y se agachaba junto a ella. -De momento, somos nosotros los que hacemos las preguntas.
-¿Donde lo guardas?
-¿Guardar el que?
-No te hagas la tonta, sabes de lo que estoy hablando.
-No, no se.
-Así que no lo sabes eh.- Dijo mientras se daba la vuelta y cogía algo -A ver si así se te refresca la memoria.
Y acercándose con un cuchillo, se coloca detrás de ella y se lo pone en el brazo
-¿Donde lo tienes?
-No se de que me estas hablando.
Acto seguido, el joven hace un pequeño corte en el brazo, haciendo que la chica pegue un pequeño grito de dolor.
-¿Donde lo tienes?- Dijo colocando el cuchillo un poco más arriba
-No se de lo que me estas preguntando.
Hace otro pequeño corte y la chica vuelve a gritar.
-Te juro que si supiese que es lo que dices te lo diría.- Dijo girando la cabeza, intentando verle.
El hombre se acerca con paso firme y cruzandole la cara dice:
-Sabemos que lo tienes tú, no te hagas la loca. Llevamos tiempo observándote y sabemos todo sobre ti. Donde estudias, con quien te juntas, donde vives...
La chica deja caer la cabeza, como si no pudiera sostenerla por el peso.
-O nos dices donde esta o...
-¿O que?- Dijo la chica sin levantar la cabeza -¿Me daréis una paliza? ¿Me violareis?
Levantó la cabeza rápidamente, haciendo que la lagrima que corría por su mejilla saliese volando de su cara y mirando fijamente al hombre, como si fuese otra persona diferente.
-Adelante. Hacedme lo que queráis, no conseguiréis nada.- Esbozando una sonrisa.
-Torturar a este cuerpo todo lo que queráis, sabéis perfectamente que a mi no me hará nada. Podría estar aquí todo el día viendo como la torturáis. Es más, os reto a que lo hagáis, hace mucho que no lo veo. Quiero divertirme un rato.- Dijo sonriendo aún más fuerte.
El hombre se queda mirándola perplejo mientras el joven se ponía enfrente de ella, mirando igual que su compañero.
-Oh, eres tú. Cuanto tiempo sin verte ¿Qué tal por este mundo? Tus padres te traen recuerdos.
Al escuchar esto, el joven se abalanza sobre la chica, la coge fuertemente del cuello, se acerca a su cara y le dice:
-Ni se te ocurra ponerles un dedo encima, bastante pasaron ya. Dejales descansar en paz.
-Jajaja, sabes que nunca podrán descansar en paz. Por tu culpa están encerrados y nadie puede salvarlos ahora.
El joven suelta el cuello de la chica y dice:
-Si. Hay una forma.