miércoles, 13 de marzo de 2019

Lujuria en el extrarradio



Entraríamos por la puerta, te dejaría ir hacia delante mientras te quitas el abrigo. Te daría un abrazo apretando todo lo que pudiese dándote un beso en el cuello mientras te estremecieras al sentir el abrazo y el beso por sorpresa.
Te cogería por la cintura, te giraría mientras veo tu sonrisa y te la quitaría de un beso en la boca, juntando tu lengua con la miá a la vez que siguiera rodeándote la cintura con mis brazos para poder atraerte hacia mi sin dejar de besarte e inclinándote levemente hacia atrás para quedar sobre ti.
Enderezaría tu cuerpo mientras mis manos se deslizasen de tu cintura hasta tu culo mientras veo como me sonríes e intentas darme otro beso. Te levantaría en vilo, cruzando tus piernas sobre mi y te llevaría hacia el dormitorio mientras nuestras bocas y nuestras lenguas siguen jugando.

Posaría tu cuerpo sobre la cama, me tumbaría sobre ti, estirando tus brazos y sujetando tus muñecas para que no pudieras moverte y, estando sobre ti, dejaría el espacio justo para que intentases besarme, pero no llegarías, viendo como sonrió victorioso hasta que un segundo después mis labios cayeran sobre los tuyos fundiéndonoslos en un beso eterno.
Sin dejar de sujetarte las muñecas, iría besando tu cara, despacio. Tus orejas, aún más despacio. Frotando mi nariz sobre tu cuello desnudo mientras intentas liberarte de mi. Comenzaría a besarlo, tranquilamente, sin ninguna prisa, como si no existiera el tiempo, pasando de un lado a otro mientas alternara entre beso, beso, beso y mordisco hasta que finalmente retrocedierael camino hecho, con la misma prisa con la que la inicie para terminar besando un boca.

Sonreiría y te soltaría, aunque tu estarías tan pendientes de mis labios, mi lengua y mi boca que no sabrías que lo he hecho. Segundos después, cogerías mi cabeza y te abalanzarías contra mi para darme otro beso. Volvería a besarte el cuello, esta vez con las manos en tu camisa, besándote mientras te desabrochara botón a botón, dejando tu pecho al descubierto, donde hundiría mi cabeza unos segundos para comprobar que me apretarías aún más contra ellas. Cogiéndolas, apretándolas suavemente, besándolas, mordiéndolas. A ellas y a los pezones, que irían poniéndose tan duros que hasta dolerían.

Seguiría bajando por tu cuerpo, besando tu tripa, tus caderas, tu ombligo mientras siento como se estremece tu cuerpo con cada beso. Sabiendo que te estarías mordiendo el labio y tus manos agarrando las sabanas en un vano intento de que tu cuerpo no se mueva para poder disfrutar de cada beso
Desabrocharía tu pantalón, bajándolo suavemente mientras te voy besando tus largas piernas, hasta llegar a posar mi mano y mi boca sobre tus pies, donde los sujetaría con fuerza, te miraría con una picara sonrisa, te abriría de piernas y hundiría mi lengua en tu sexo, donde, sin poder controlarte, lanzarías un pequeño grito de placer para después posar tus manos sobre mi cabeza y apretarlas contra el para que no pueda separarme nunca mientras gimes de placer.

Y tras haber conseguido hacerte llegar al punto más alto del placer 2 veces, me levantaría, quedándome de pie frete a ti. Tu, aún excitada, me mirarías preguntándote por que he parado para un momento después, lanzarte contra mi, quitarme la camiseta para poder morderme la tripa, desabrochar y bajar el pantalón, de donde saldría mi pene con una gran erección, con el cual juguetearías, acariciando y besando hasta que lo agarrarías y llevarías a la boca haciendo que hunda mis manos en mi cara, mire al cielo y hacerme soltar un gran gemido de placer.

Al terminar, te volverías a tumbar, abriéndote de piernas enseñándome tu sexo mientras me miras con una sonrisa, donde acto seguido penetraría con fuerza, agarrándote por la cintura, los hombros, los brazos, mientras el cabecero y nuestros gritos de placer delatarían nuestras más bajas pasiones. Cambiando de postura para intensificar el placer hasta que finalicemos en un único orgasmo y cayendo rendidos sobre la cama, donde te abrazaría de nuevo, apretándote contra mi cuerpo sudoroso y mordiendo tus hombros mientras ríes hasta comprobar que algo empieza a crecer, volviendo a empezar una vez más...