jueves, 17 de febrero de 2011

Miedo


Sentado y adormecido, mientras mi mente desconectaba del mundo material, oigo leves ruidos. Mi mente vuelve a su ser, agudizo el oído y escucho el sonido de los pasos.
-No puede ser- Pensé -La única persona que esta aquí esta profundamente dormida-
Sigo escuchando el sonido de los paso, cada vez más fuerte, mientras en mi cabeza, se forma toda clase de pensamientos, cada uno más tenebroso y tétrico que el anterior. Quería saltar y gritar, pero mi cuerpo no se movió. Finalmente me levante y cogí el picaporte. Por mi espalda recorrió un escalofrió. Me arme de valor y de un abrí la puerta de par en par. La oscuridad envolvía la habitación. Respire tranquilo, me dirigí hacia al salón, apague la televisión y al girarme, una sombra atravesó la sala, mi cuerpo no respondió y cayó al suelo con un gran estruendo.
Y allí quedo sobre el sofá, un gato. Guardián de mi cuerpo inmóvil, pues ya nunca podré levantarme nunca más.

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