Cena... y desayuno

4:00 de la mañana. Nuestro primo ya esta con los en carne viva, 3 horas tocando la guitarra sin parar pasa factura. Aunque nos juntamos varios a su alrededor, sólo nos quedamos 4 y él cantando, bueno, intentándolo...

4:30 de la mañana. La guitarra ya se ha quedado aparcada en una esquina y contamos historias de cuando éramos pequeños. Las risas no cesan... Tiempo después, la gente empieza a dormirse y quieren retomar el camino a casa. Aquí es cuando surge esa gran duda que siempre nos hacemos unos a otros por estos días ¿Te vas a quedar a dormir?

Durante 10 minutos discutimos si nos quedamos o no. Al final conseguimos quedarnos

5:00 de la mañana. La gente empieza a salir por la puerta, nuestra tía coloca los sillones, la mesa y nos apaga una de las dos luces, nos dice que no hagamos mucho ruido, nos cierra la puerta y se va a dormir. Pero nosotros no tenemos sueño y decidimos quedarnos un rato más. Al no tener consola, no podemos jugar, así que nos ponemos a hablar. El primer tema de la noche: nochevieja ¿Saldrás? ¿Dónde? De nochevieja pasamos a contarnos lo que hacemos por las clases o en la calle, nos reímos sin parar. De las risas pasamos al miedo, contándonos vivencias sufridas en nuestra infancia que nos dejan acojonados, gente que no existe, sombras por la casa, pesadillas... comenzamos a hablar sobre leyendas de terror, sobre fantasmas, la guija, asesinos, locos, seres mitológicos... escalofríos empiezan a recorrer nuestros cuerpos dejándonos helados, incluso nos tuvimos que poner manga larga. Del miedo cambiamos a los sueños, como reaccionar con los sonámbulos, a como hablar con la gente dormida.

6:30 de la mañana. Nuestro tío se levanta y nos ve en el salón. Nos dice que se va a dar una vuelta, que si queremos algo, nos miramos y le pedimos un par de churros para cada uno. Al salir, digo que en cuanto nos traiga los churros, nos los comemos y nos vamos a la cama

7:15 de la mañana, los tan esperados churros llegan a nuestras manos y mientras sujeto la bolsa, nos comemos los churros en silencio. Al terminar, nos limpiamos y nos vamos a la cama. Pronto nos despertaríamos para ir a comer otra vez con la familia reunida...